Sobre la Impotencia. La Vida en la Era de su Parálisis Frenética.

Si Byung-Chul Han diagnosticó la enfermedad de nuestra época (el cansancio) y Slavoj Žižek su mandato psicológico (el imperativo de gozar), el filósofo italiano Paolo Virno identifica el mecanismo filosófico preciso que sostiene esta patología: la impotencia. El título es una provocación que desarma las definiciones comunes. La impotencia que Virno analiza en este breve y denso ensayo no es la del fracaso, la pasividad o la incapacidad de lograr un objetivo.

Paradójicamente, la impotencia contemporánea es la incapacidad de no hacer.

La Potencia Perdida. El "No Puedo" Anulado

Para entender la impotencia, Virno nos obliga a redefinir la "potencia". Recurriendo a Aristóteles, recuerda que la verdadera potencia no es solo la capacidad de "hacer" algo; fundamentalmente, incluye la soberanía de poder "no-hacerlo".

Un arquitecto es potente no solo porque puede construir una casa, sino porque también puede elegir no construirla. La potencia real reside en esa alternativa, en la soberanía sobre la propia capacidad.

Aquí es donde el ensayo dialoga de forma tan potente con sus contemporáneos. Virno sostiene que el capitalismo post-fordista (flexible, comunicativo, basado en el conocimiento) nos exige una acción constante. La potencia ha sido completamente absorbida por el acto.

El Diagnóstico Compartido: Cansancio, Goce e Impotencia

Lo que Virno describe filosóficamente es la condición existencial del "sujeto de rendimiento" de Byung-Chul Han.

• El imperativo de la "sociedad del rendimiento" de Han es el "Tú puedes". Esta positividad elimina la negatividad (la capacidad de decir "no" o de simplemente no poder).

• Esta autoexplotación, que Han identifica como la causa del burnout y el cansancio, es exactamente lo que Virno define como impotencia. Estamos paralizados precisamente porque nos movemos sin cesar; hemos perdido la potencia real, que es la capacidad de detenernos.

Y, ¿cuál es el motor de esta autoexplotación? Aquí resuena la tesis de Slavoj Žižek sobre el superyó contemporáneo.

• Ya no operamos bajo el superyó prohibitivo ("No debes"), sino bajo un mandato obsceno que ordena el rendimiento: "¡Goza!", "¡Sé creativo!", "¡Autorrealízate!".

• La impotencia de Virno es la parálisis que resulta de esta demanda superyoica imposible de satisfacer. El afecto de esta época no es la culpa por la transgresión (Freud), sino la ansiedad y la culpa por no estar rindiendo o gozando lo suficiente.

El valor de Sobre la Impotencia no es solo su agudo diagnóstico, sino su capacidad de integrarse en la conversación filosófica más urgente de nuestro tiempo. Virno, Han y Žižek, desde ángulos distintos (la ontología, la sociología del afecto y el psicoanálisis), están describiendo la misma patología: el colapso del sujeto bajo un imperativo de acción que se disfraza de libertad.

Virno no ofrece una solución, sino algo más valioso: el concepto preciso. Le da el nombre filosófico exacto (la pérdida de la potencia de no-hacer) al malestar que todos sentimos. Es una herramienta conceptual indispensable para entender por qué, en la era de la máxima productividad, nos sentimos profundamente paralizados.