Escala el Conflicto de Enfermería en el Hospital

Las y los enfermeros del Hospital Capredoni confirmaron para este lunes 1 de setiembre una movilización desde el nosocomio local al Palacio Municipal con la demanda de ser escuchadas. Programada para las diez de la mañana se estima que unas cien enfermeras acudirán con la intención de dialogar con el intendente para llevarle su reclamo y ser recibidas.

El reclamo de las y los trabajadores de la salud no es un problema aislado, sino la manifestación más aguda y previsible de la crisis fiscal estructural que atraviesa la gestión de Marcos Pisano. Es la consecuencia directa del desmanejo financiero que ya detallamos en Confidencial (https://locomontes2014.wixsite.com/confidencial/post/es-cr%C3%ADtica-la-situaci%C3%B3n-financiera-de-la-municipalidad-de-bol%C3%ADva)

La Demanda vs. La Realidad Fiscal: Aquí es donde el drama humano del reclamo salarial choca de frente con el drama tecnocrático de las finanzas municipales. Porque el problema de fondo no es la supuesta falta de voluntad política de Pisano, sino su manifiesta incapacidad financiera. El pedido de las enfermeras es imposible de cumplir no por una decisión, sino por una condición.

El personal de enfermería exige una recomposición salarial significativa, concretamente de un cien por ciento de sus haberes argumentando salarios de indigencia (una enfermera cobra un básico de $320.000 pesos). Esta demanda, aunque socialmente justa y comprensible, choca de frente con una realidad fiscal insostenible. El municipio no tiene de dónde sacar los fondos. La oferta de un 7,5% por parte del ejecutivo no es tanto una negociación a la baja como el reflejo de una caja vacía y la nula capacidad de maniobra.

El Gasto en Personal como Cepo Estructural

El gasto en Personal representa el 65,5% de los gastos corrientes. Esta estructura es extremadamente rígida. Conceder un aumento sustancial al sector más grande del sistema de salud (que a su vez consume el 41,7% del presupuesto total) sin una nueva fuente de ingresos es matemáticamente imposible. Hacerlo implicaría profundizar el Desahorro Corriente de $1.370,4 millones y llevar al municipio a una parálisis total.

La Crisis de Liquidez y la Amenaza de Paro El reclamo escala a una amenaza de paro total del Hospital Municipal. Para la gestión, este es el peor escenario posible, ya que expone el fracaso administrativo en el servicio más sensible para la comunidad. Sin embargo, la capacidad de respuesta es nula. Con una Deuda Flotante de $2.714,3 millones (casi 5 veces las disponibilidades en caja), el municipio no puede ni siquiera garantizar el pago a proveedores a corto plazo, mucho menos afrontar una nueva masa salarial. La gestión está atrapada: ceder a la presión llevaría al colapso financiero; no ceder, al colapso sanitario y político.

Ineficiencia y Descontento El informe financiero ya había detectado un incumplimiento generalizado de las metas físicas en el área de Salud, a pesar de ser la que más recursos consume. El reclamo de las enfermeras le pone un rostro humano a esa ineficiencia: el presupuesto se ejecuta, pero no se traduce en condiciones laborales dignas ni, al parecer, en un servicio óptimo. El descontento revela que el problema no es solo cuánto se gasta, sino cómo se gasta.

​El conflicto con el personal de enfermería es el primer síntoma severo y público de la inviabilidad del modelo de gestión actual del Municipio de Bolívar. La crisis financiera, hasta ahora visible en los números de un informe técnico, ha mutado en una crisis social y política que amenaza con paralizar un servicio esencial.

Para la intendencia de Marcos Pisano, este conflicto representa una encrucijada crítica. Políticamente, es insostenible mantener un conflicto abierto con el personal de salud. Financieramente, es imposible satisfacer las demandas sin acelerar el default municipal.

La situación actual confirma el diagnóstico del informe previo: la crisis fiscal del municipio ha dejado de ser un problema administrativo para convertirse en el principal factor de inestabilidad política y de riesgo para la prestación de servicios básicos a la ciudadanía de Bolívar. La amenaza de paro no es la causa del problema, sino su consecuencia inevitable.