Kohei Saito y la Urgencia de Desacelerar: Reseña de un Manifiesto contra el Colapso

En un mundo que ha elevado el crecimiento económico a la categoría de dogma incuestionable, la sola idea de "desacelerar" resuena como una herejía. Es precisamente esta provocación la que el filósofo japonés Kohei Saito lanza con una fuerza arrolladora en su obra "Desacelerar: El Manifiesto del Decrecimiento". Este libro, que se ha convertido en un fenómeno editorial en Japón, no es un simple panfleto ecologista, sino un riguroso diagnóstico de la encrucijada civilizatoria en la que nos encontramos: la incompatibilidad fundamental entre la lógica del capitalismo y la sostenibilidad de la vida en el planeta. Su éxito no es una anécdota, sino la prueba de una ansiedad global que busca, con urgencia, un nuevo horizonte de sentido.

El Diagnóstico: El Engaño del Capitalismo Verde

Saito inicia su argumentación con una demolición metódica de las narrativas que dominan el discurso sobre la crisis climática. Su objetivo principal son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el concepto de "crecimiento verde". Para el autor, estas iniciativas no son la solución, sino un sedante. Las describe como una nueva forma de "opio de los pueblos", una ideología que nos adormece con la falsa promesa de que es posible conciliar la expansión infinita del capital con un planeta de recursos finitos.

El análisis de Saito es estructural, no coyuntural. Sostiene que el capitalismo, por su propia naturaleza, exige una acumulación constante. La búsqueda incesante de ganancias obliga a producir y vender más, a explotar recursos de manera cada vez más intensiva y a externalizar los costos ecológicos y sociales. Las cacareadas mejoras en eficiencia tecnológica, lejos de ser la solución, caen en la "paradoja de Jevons": en lugar de reducir el consumo, la eficiencia abarata los costos, lo que a su vez incentiva una mayor producción y un mayor consumo.

Desde esta perspectiva, el "capitalismo verde" es un oxímoron. Los autos eléctricos y los paneles solares, si bien son avances deseables, no alteran la lógica subyacente del sistema. Simplemente sustituyen un tipo de extractivismo por otro (del petróleo al litio) y crean nuevos mercados, perpetuando el ciclo de producción y desecho. La crítica de Saito es radical porque no apunta a las fallas de un modelo, sino al modelo mismo como causa raíz de la crisis ecológica.

La Relectura de Marx: El Ecosocialismo Oculto

El núcleo académico y la aportación más original del libro residen en la relectura que Saito hace de Karl Marx. Desafiando la imagen tradicional de un Marx "productivista" —obsesionado con el desarrollo de las fuerzas productivas—, Saito argumenta que en la última etapa de su vida, el autor de El Capital se convirtió en un precursor del decrecimiento.

Basándose en su estudio de los cuadernos inéditos de Marx, Saito revela a un pensador profundamente preocupado por las ciencias naturales y las crisis ecológicas de su tiempo. Es aquí donde revitaliza el concepto marxista de "ruptura metabólica" (metabolische Riss). Para Marx, el capitalismo rompe el metabolismo natural entre la sociedad y la tierra. Al concentrar a la población en las ciudades, los nutrientes extraídos del suelo (alimentos) no regresan a él, sino que se convierten en contaminantes, agotando la fertilidad de la tierra a largo plazo.

Esta ruptura metabólica, argumenta Saito, es la contradicción ecológica central del capital. Al comprender esto, el Marx tardío habría abandonado la idea de que el comunismo simplemente debía apoderarse del aparato productivo capitalista para acelerarlo. En su lugar, habría comenzado a vislumbrar una sociedad postcapitalista que restaurara conscientemente ese metabolismo con la naturaleza, lo que implica necesariamente abandonar la lógica del crecimiento infinito. Saito no inventa un Marx ecologista; lo descubre en las notas que revelan la evolución final de su pensamiento.

La Propuesta: ¿Qué es el "Comunismo del Decrecimiento"?

Si el diagnóstico es la crisis terminal del capitalismo, la propuesta de Saito es el "comunismo del decrecimiento". Consciente de la carga histórica del término, se esfuerza por diferenciarlo del socialismo de Estado autoritario del siglo XX. Su visión no es una de austeridad impuesta, sino una de redefinición radical de la riqueza y el bienestar.

El manifiesto se articula en torno a varios pilares clave: la transición del valor de cambio al valor de uso, produciendo para satisfacer necesidades y no para generar ganancias; una drástica reducción de la jornada laboral para liberar tiempo del ciclo de "trabajar para consumir"; y la expansión de los bienes comunes (commons). Este último punto es central: desmercantilizar sectores esenciales como la educación, la sanidad, el agua, la vivienda y la energía, gestionándolos como bienes públicos accesibles para todos. Se trata de generar "abundancia" en lo esencial a través de una "frugalidad" en lo superfluo. Esto se complementaría con una democratización de la producción, donde los trabajadores y las comunidades decidan qué y cómo se produce.

Valoración Final: Un Manifiesto Necesario, un Debate Abierto

"Desacelerar" no es un libro perfecto. Como muchos manifiestos, su principal debilidad es la falta de una hoja de ruta política detallada para la transición. Saito es más fuerte en el diagnóstico y la visión que en la estrategia para superar la inmensa resistencia que una transformación de esta magnitud enfrentaría. Además, el uso del término "comunismo", aunque académicamente coherente, puede ser políticamente contraproducente para construir las amplias alianzas necesarias.

Sin embargo, estas críticas no disminuyen su valor. El gran mérito de Kohei Saito es su capacidad para sintetizar una crítica sistémica profunda en un lenguaje claro y urgente. Logra conectar la ansiedad climática de una generación con una crítica estructural al capitalismo, ofreciendo un horizonte que va más allá de las soluciones individuales y el marketing verde.

Para un lector en Argentina, un país atrapado en debates sobre modelos de desarrollo basados en el extractivismo, el libro de Saito ofrece un marco invaluable. Nos obliga a cuestionar si la única salida es profundizar un modelo que agota nuestros recursos a cambio de divisas que rara vez se traducen en un bienestar generalizado.

En definitiva, "Desacelerar" es más que un libro; es una brújula intelectual para navegar la tormenta del siglo XXI. No ofrece todas las respuestas, pero su valor imperecedero es plantear, con una lucidez y valentía inusitadas, las preguntas correctas. Nos fuerza a confrontar la idea más radical de todas: si el planeta tiene límites, nuestra economía también debe tenerlos.