La ley del más fuerte: Cuando el caos se convierte en estrategia de gobierno

La tesis de Giuliano da Empoli en su nuevo libro es brutalmente simple: el tiempo de la política como negociación ha muerto; estamos en la era de la conquista.

Si en Los ingenieros del caos Da Empoli nos explicó cómo los algoritmos y los spin doctors preparaban el terreno, y en El mago del Kremlin nos mostró la psique del poder ruso desde la ficción, en La hora de los depredadores (Seix Barral, 2025) abandona la metáfora para describir la realidad cruda. El autor italo-suizo diagnostica el fin de una anomalía histórica —la democracia liberal moderada y predecible— y el retorno a la norma histórica: la ley de la selva, donde los fuertes hacen lo que pueden y los débiles sufren lo que deben.

La Lógica del Depredador

El libro no es un lamento moralista sobre el auge del autoritarismo, sino un análisis frío de un nuevo sistema operativo político. Da Empoli identifica un patrón que conecta figuras aparentemente dispares como Donald Trump, Vladímir Putin, Nayib Bukele y, explícitamente, Javier Milei.

¿Qué define a este "depredador"?

1. El fin de la mediación: El depredador no negocia. No busca el consenso parlamentario ni respeta las instituciones intermedias (prensa, sindicatos, justicia). Su conexión con "el pueblo" es directa, visceral y digital.

2. El caos como método: A diferencia del político tradicional que busca estabilidad, el depredador se alimenta de la crisis. Si no hay crisis, la crea. El desorden constante impide que la oposición se organice y mantiene al electorado en un estado de tensión permanente que solo el líder "fuerte" promete resolver.

3. La falta de pudor: El límite que antes imponía la vergüenza social ha desaparecido. El escándalo no los hunde; los fortalece porque valida su estatus de outsiders que no temen romper las reglas de la "casta" o el "establishment".

La Alianza Tecno-Política

Uno de los puntos más agudos del ensayo es la identificación de una simbiosis peligrosa: la fusión entre los caudillos políticos y los magnates tecnológicos.

Da Empoli señala cómo figuras de Silicon Valley (con Elon Musk como arquetipo central) comparten el ADN del depredador político. Ambos desprecian las regulaciones estatales y creen en la disrupción absoluta. Ya no son contrapesos; son socios. La tecnología no es aquí una herramienta de liberación, sino el arma que permite al depredador saltarse las barreras institucionales y moldear la realidad a su antojo.

El Aterrizaje Local: Argentina en el Radar

Para un lector argentino, y específicamente para alguien que observa la política desde el interior bonaerense, el libro es un espejo incómodo. Da Empoli coloca a la Argentina de Milei en el centro de este fenómeno global, no como una excepción exótica, sino como un laboratorio de vanguardia de esta nueva era.

La "motosierra" no es solo una herramienta fiscal; es el símbolo perfecto de la política depredadora: cortar, romper y exhibir la destrucción como un trofeo de autenticidad.

La hora de los depredadores es un manual de supervivencia intelectual. Da Empoli nos advierte que no estamos ante un "mal momento" pasajero de la democracia, sino ante un cambio de fase estructural. Las reglas han cambiado, y quien siga jugando al ajedrez mientras el oponente ha decidido prender fuego al tablero, ya ha perdido.

Es una lectura obligatoria para entender por qué la irracionalidad política actual es, en realidad, una estrategia fríamente calculada.